Notables e instituciones inservibles

Aún cuando es repudiable la manera como se maneja el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), y en general todo el sistema judicial y el Estado, queda claro que hay intenciones política detrás del manejo de los audios que, dosificadamente, se están haciendo públicos. Audios y videos que están debilitando aún más la pobre gestión de Martín Vizcarra quien, mansamente, “arruga” frente a un grupo de periodistas y miembros del Grupo Constelación —encargado de las interceptaciones telefónicas—, que administran a su antojo esos audios.

Lo cierto es que ciertas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) se arrogan la facultad de intentar gobernar el país sin haber ganado ninguna elección. En la misma línea de los sectores izquierdistas cuyo propósito es agudizar al máximo la crisis política para que se vayan todos y se queden solo ellos controlando el Perú.

El Ejecutivo de Vizcarra huye de la innovación y de las soluciones osadas que lo harían grande. Lerdo y sin reflejos inmediatos, el presidente es de los que creen que la experiencia de los “notables y prestigiosos” personajes que integran su Comisión de Reforma del Sistema de Justicia logrará reformar el sistema judicial ¡en 12 días! Cuando todos sabemos que los cambios y reformas crean resistencia, sobre todo en las personas involucradas que no han sido consultadas.

Y los primeros que crearán oposición a las “recomendaciones de unos pocos temas concretos y específicos”, según Allan Wagner, presidente de la Comisión, serán los magistrados y empleados que han organizado círculos de corrupción alrededor de sus labores diarias. Además, una genuina voluntad de cambio moviliza a todos los sectores de la sociedad y no solamente al mismo grupito de siempre, como si no hubiera otras personas con las mismas o mejores credenciales.

Peor aún. Fuerza Popular (FP), la fuerza número uno, y el keikismo de la señora K, le están entregando en bandeja de oro el país a la izquierda organizada en las ONG, medios de comunicación, sacerdotes “progres”, redes sociales y toda clase de tontos útiles que hacen eco de las propagandas antisistema. Los integrantes de FP, en lugar de entender la situación política terrible del país, resuelven defenderse con declaraciones irritantes que abonan a su desprestigio. No atinan a ubicarse del lado de la población harta de lo mismo, y a hacer política confrontando al enemigo principal. ¿Cómo sabía la señora K que la reunión de la señora K, que se pacta en un audio entre el juez Hinostroza y su interlocutor, no se realizó?

Mientras la economía ofrece señales de recuperación, la debilidad del Ejecutivo y las ansias desmedidas del keikismo, de ganar por ganar las elecciones del 2018, no muestran mínimos aires de ingenio, reformismo y vanguardismo. Están dejando el liderazgo del país en las manos de quienes nunca se han sometido al escrutinio popular.

No sería novedad que así como el senderismo y el emerretismo han logrado infiltrarse en el magisterio, en las organizaciones sociales y en las instituciones del Estado, el Grupo Constelación —que opera en el corazón de la Policía Nacional— también haya sido infiltrado. He allí la razón de la dosificación de sus entregas públicas y la selectividad de las interceptaciones. El objetivo es desprestigiarlo todo, abonando en favor de las corrientes políticas vinculadas a ellos, o a quienes son susceptibles de ser controlados. El titiritero que mueve los hilos conductores de los acontecimientos se aprovecha, obviamente, de las torpezas de la mayoría keikista en el Legislativo y de la mansedumbre del jefe del Ejecutivo.

Así como en el sistema de salud no hay medicina preventiva, así también en la política se espera que la pus salte de la llaga para recurrir a los medicamentos; cuando la metástasis es visible, cuando solo queda extirpar el órgano alcanzado por la invasión maligna. Como dice bien Jorge Morelli: el CNM debe desaparecer. Y es lo primero que debieron anunciar los siete integrantes de la Comisión para creerles firmemente. El primer paso, para después hacer desaparecer a otras instituciones y ministerios inservibles.