Eduardo Zapata

El “causa”

Voz “autorizada” para personas sin referentes culturales

El “causa”
Eduardo Zapata
08 de noviembre del 2018

 

En un país con una educación deficiente y un clima organizacional social callejero más bien “deseducativo”, los medios de comunicación acrecientan su poder. Y lo acrecientan no por la credibilidad que generen los contenidos de sus notas o programas (penosos o paupérrimos en su mayoría), sino porque sus mensajes rebotan socialmente como ecos de voces monocordemente producidas y que operan en el vacío educativo.

No nos referimos, claro, a la “lectura” de la llamada gran prensa. Pues pocos las leen ya. Sí a portadas, titulares y bajadas de noticias sesgadamente codificada. Y tampoco nos referimos a que la gente los consume en su integridad, salvo un diario pequeñín cuyas cuidadosas columnas parecen salidas de un nuevo SIN. Nos referimos entonces al todo de una prensa que —unida al chiste de la radio y a la ocasional noticia— contribuye a forjar el imaginario del ciudadano o del aún no ciudadano.

En verdad, ocurre como en el Facebook. La gente comenta no el post inicial ponzoñoso, sino el último comentario que acaso tiene que ver ya poco con el original, pero está cargado de su “sentido”. Donde las argumentaciones se evanescen.

Y aquí nos encontramos con una palabra clave: sentido. Un ciudadano sin referentes culturales, hecho de retazos informativos, carece de dichos referentes. Y de allí deriva un hombre sin sentido que queda entonces sujeto a la opinión del “causa”, del amigo. Que está en las mismas condiciones que él: en el vacío informativo, pero lleno de sesgos y lugares comunes una, y otra vez repetidos por los ecos de la prensa.

Nuestro periodismo no está formando lectores, ni televidentes, ni radioescuchas con referentes. No muchos consumen necesariamente esos medios, pocos les creen, pero tienen en el “causa” del barrio —sea quien fuese—, el portavoz autorizado de la escasez de referentes culturales, del sin sentido. Tienen entonces la voz que llega y —como decía un viejo jingle de un medio— “llega bien”.

¿Qué hacer ante una intergeneración de ciudadanos que hacen caso al “causa” —mayor o menor— pero carentes desde la fuente de todo rigor analítico?

Alguien ingenuamente diría “confiar en las redes sociales”. Pero estas se alimentan de lo mismo y, encima, están condicionadas por ejércitos de trolls contratados para desinformar o echar más leña al fuego al servicio de los grandes intereses económicos. Y tampoco aquí escasearán los causas.

Es hora de que viejos y nuevos partidos políticos e instituciones serias organicen a los jóvenes y los formen en los nuevos modos de crear opinión pública. Pero ello supone nutrir a esos jóvenes de referentes culturales. Sin sesgos. Simplemente armados con la verdad. ¿Alcanzará?

 

Eduardo Zapata
08 de noviembre del 2018

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