Arturo Valverde
Los otros cuentos
Sobre la narrativa breve de Chejov y Maupassant
 
A los escritores se les asocia casi de memoria con sus obras más célebres. Pero, el escritor, es más que una o dos de sus obras más conocidas y aplaudidas. Es también todas esas historias poco conocidas, que al reunirse en volúmenes constituyen, como suele llamarse, sus obras completas.
Voy a referirme a dos en esta oportunidad: Chéjov y Maupassant. Chéjov es “La dama del perrito”. Maupassant, “Bola de sebo”. Nadie niega que son sus cuentos más representativos, y, por tanto, han quedado grabados en el corazón de sus lectores. Hasta ahí, todo bien.
Pero, como he tenido tiempo de leer gran parte de los cuentos de Chéjov, estaría de acuerdo con cualquier otro que dijera, al igual que yo, que cuentos como “¡Chisst…!”, “Historia de una anguila” o “Kashtanka”, se encuentran entre sus mejores historias. ¡Ajá, he ahí a un lector chejoviano!, pensaría.
Aplico lo mismo a Maupassant, que escribió demasiados cuentos, como para reducirlo al manoseado “Bola de Sebo”, que tanta tinta sigue gastando. Oiga, hablamos de un hombre que plasmó sus horas más oscuras en su obra, un tipo que rayó en la locura, escribió cientos de cientos de cuentos, para que muchos años después, sigamos hablando de uno solo. Maupassant es también “La dote”, “El milagro de Nochebuena”, “La noche” y otros más, que bastarían para recordar y celebrar más al cuentista francés, discípulo de Flaubert.
Hasta aquí, queridos lectores, considero que mi punto de vista ha quedado bastante claro. Me eximo de agregar más palabras, que solo servirían para alargar lo asentado. Espero que este breve artículo haya servido para invitarte a leerlos más a ambos.

 
 
 














COMENTARIOS