Darío Enríquez
Megapuerto de Corío y conectividad estratégica en Arequipa
Impulso ferroviario para la consolidación urbana y el desarrollo regional

La geografía de Arequipa —que abarca desde las alturas andinas hasta las costas del Pacífico— articula un conjunto de nodos urbanos con creciente relevancia estratégica: la metrópoli de Arequipa, los valles agrícolas de Majes y Pedregal, los centros costeros de Camaná, La Joya, Matarani, Mollendo y Mejía, así como el emergente eje Punta de Bombón–Corío, proyectado como sede de un megapuerto.
Actualmente la red de carreteras constituye el principal medio de interconexión territorial. Sin embargo, este sistema resulta insuficiente frente a las aspiraciones de desarrollo sostenible y articulación urbana que demanda la región. Si bien la transformación de vías en autopistas representa un avance necesario, no constituye por sí sola una solución integral para el transporte de grandes volúmenes de carga ni para la movilidad cotidiana de personas en el contexto de una economía en expansión con proyección portuaria internacional.
Se hace entonces imprescindible ir más allá. La planificación territorial de Arequipa debe orientarse hacia un sistema de transporte verdaderamente eficiente y de largo aliento: un sistema ferroviario moderno, concebido no como opción secundaria, sino como pilar estructurante del desarrollo regional.
1. Integración territorial y articulación funcional
Un tren de alta capacidad permitiría vertebrar los principales núcleos urbanos de la región, consolidándolos como un sistema interconectado y sinérgico. Esta red ferroviaria integraría funciones económicas y sociales, optimizando el flujo entre mercados, cadenas de valor, áreas productivas y polos urbanos. Espacios como Mollendo–Matarani–Mejía o Punta de Bombón–Corío verían potenciado su desarrollo, favoreciendo un modelo de crecimiento regional más equilibrado, policéntrico y resiliente.
2. Eficiencia logística y competitividad portuaria
En la perspectiva del megapuerto de Corío y la relevancia del nodo Matarani, la implementación ferroviaria se vuelve estratégica para una logística portuaria de estándar internacional. La capacidad de movilizar mercancías de manera masiva, rápida y sostenible desde zonas productivas como Majes–Pedregal hacia los mercados y puertos no solo reduciría costos logísticos, sino que reforzaría la competitividad comercial del sur del país.
3. Movilidad humana y calidad de vida
Un sistema ferroviario moderno favorecería el transporte masivo y eficiente de personas, facilitando el acceso a oportunidades educativas, laborales, de salud y recreación. Esta mejora incidiría directamente en la calidad de vida, reduciendo tiempos de traslado, costos individuales y presión sobre las vías existentes. A su vez, fortalecería la integración social entre territorios hoy desconectados.
4. Desarrollo económico y sostenibilidad ambiental
La modernización del transporte regional dinamizaría el intercambio de bienes agrícolas, industriales y turísticos. La costa arequipeña, con su potencial turístico aún en expansión, se beneficiaría especialmente de una conexión fluida con la capital regional. Además, el ferrocarril representa una alternativa de menor impacto ambiental frente al transporte por carretera, al reducir emisiones contaminantes, el consumo de combustibles fósiles y la congestión vehicular.
5. Visión de futuro y ordenamiento metropolitano
Invertir en infraestructura ferroviaria no responde solo a necesidades actuales: es una apuesta de largo plazo que anticipa el crecimiento poblacional y económico. Permitiría orientar el desarrollo urbano de manera planificada, favoreciendo la descentralización y fortaleciendo nuevos polos urbanos que reduzcan la presión sobre Arequipa metropolitana y promuevan una distribución más equitativa del dinamismo regional.
Consolidar a Arequipa como un eje de desarrollo requiere una visión transformadora en materia de infraestructura. Apostar por un sistema ferroviario de última generación no es un lujo, sino una decisión estratégica que redefinirá la movilidad, impulsará la economía, promoverá la sostenibilidad y articulará de manera armónica sus diversos territorios, desde la capital regional hasta el futuro megapuerto de Corío. El futuro se construye desde hoy.
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