Rafael Belaunde Llosa: el liberal contestatario

Hace unos días se celebró la cumbre de mineros artesanales en Chala (Arequipa). ¿Qué de extraordinario tiene? Que ellos representan el capitalismo popular en la minería. Son en su mayoría informales o en camino de formalización y su espíritu es tan capitalista como el de cualquier emprendedor de Lima, pero hasta ahora ha sido un imán electoral para la izquierda. Puka Bellido estuvo presente (para lograr votos); pero curiosamente también estuvo Rafael Belaunde, presidente y líder del nuevo partido Libertad Popular (LP), un liberal que recorre el Perú sin miedo a los bastiones de izquierda.

Rafael Belaunde capturó la atención de los mineros porque, a contrapelo de la izquierda, no va de incursión populachera, sino con propuestas muy concretas. Resulta importante decirlo, pese a mi identidad liberal y mi vínculo con LP, porque hay gente que no percibe aún el fenómeno.

Juan Carlos Tafur, desde Sudaca, se pregunta por qué “el inmenso tejido informal emprendedor no es una barrera de contención del eventual avance de opciones de izquierda contrarias a todo tipo de emprendedurismo y proclives al estatismo”. Refiere el ejemplo de Puno y añade a Junín, “regiones signadas por el pequeño comercio y la pequeña industria, definiendo el mapa sociológico de ambas regiones; pero que a la hora de expresarse electoralmente lo hacían, paradójicamente, por opciones levantiscas de izquierda”. Para que lo sepa, una opción liberal contestataria ya está llamando la atención.

Lo percibe Juan Carlos Ruiz en Expreso, que titula su columna “Rafael Belaunde, el liberal con pantalones”, donde subraya la presencia liberal de Belaunde en Chala, despertando interés en los pequeños capitalistas mineros:

“Hace bien el líder del nuevo partido Libertad Popular, Rafo Belaunde, en visitar el corazón del Sur peruano, un territorio del cual se apoderaron las izquierdas radicales y no radicales, simplemente por un sentido de ausencia de una derecha desorientada, bruta y achorada, que no entiende que hacer política es recorrer plazas y conectar con la población de carne y hueso, y entender una realidad regional que definitivamente le es ajena desde hace décadas”.

Ocurre que la política peruana ha estado infestada de intereses comerciales, contaminada de partidos empresa, desorientada y corrupta, que no tenía una opción ideológica clara. En este caso el liberalismo popular, que no es de izquierda ni de centro ni de derecha, es una apuesta por la inserción de la gente en el mercado, por esa inclusión de la que nadie habla, la de hacer de cada ciudadano un empresario, un empleado y un propietario. 

Si Tafur se refiere a la ventaja contestaria de la izquierda capturando el voto de emprendedores por naturaleza; es un economista liberal, Rafael Belaunde, quien está entrando en buen pie para librar la batalla contra los demagogos de izquierda en sus propios terrenos. Conocedor del Perú como su abuelo Fernando Belaunde, con quien vivió varios años luego del colegio, junto a Violeta Correa; señala (de su abuelo): “Pude entender su amor por el Perú, que en la diversidad cultural, étnica y geográfica del país está su mayor posibilidad y fortaleza”. 

La opción por los emprendedores del Perú ya tiene un derrotero en un país en el que hoy ser formal cuesta mucho y en un camino en que los costos terminan por ahogar a los que abrieron heroicamente sus pequeñas y medianas empresas. Se trata de abrir la cancha para todos, de romper los diques que obstruyen la inversión privada y de darle a la dinámica productiva su mayor velocidad.