Arturo Valverde

Una propuesta inmoral

Sobre una escena de “La cartuja de Parma” (1839)

Una propuesta inmoral
Arturo Valverde
22 de abril del 2024


Querida hermana:

Comencé a leer la novela La cartuja de Parma, de Stendhal, hace unos días con el propósito de seguir estudiando las obras clásicas de la literatura, y he quedado sorprendido con esta novela. La manera en que una escena pasa a otra, la descripción minuciosa hasta de los calcetines de uno de los personajes y tanto más. Dime, ¿conoces la escena de la propuesta de matrimonio del conde Mosca? 

En esa escena desarrollada por Stendhal, el conde Mosca le plantea hasta tres planes a la duquesa de Sanseverina. En resumidas cuentas, le dice:

 Presento la dimisión y vivimos como unos buenos burgueses en Milán, en Florencia, en Nápoles, donde usted quiera. Tenemos 15,000 libras de renta, independientemente de los beneficios del príncipe, que durarán más o menos. 2o Se digna venir al país en que yo puedo algo, compra una finca, Sacca, por ejemplo, con una casa encantadora, en medio de un bosque que domina el curso del Po; de aquí a ocho días puede tener firmado el contrato de venta (…) Usted es viuda, un bonito título que convendría cambiar por otro, y éste es el objeto de mi tercera proposición. 3o Se podría hallar un nuevo marido menos incómodo. Pero, en primer lugar, habría que encontrarle de edad avanzada, pues ¿por qué había usted de negarme la esperanza de reemplazarle algún día?. 

El conde Mosca tiene varias condiciones y exigencias. La propuesta resulta una inmoralidad que la voz del narrador se calla, pero que la duquesa, una de sus creaciones literarias, confronta: 

-Pero ¿sabe usted que eso que me propone es muy inmoral? -observó la duquesa.

-No más inmoral que todo lo que se hace en nuestra corte y en otras veinte…”

“No más inmoral que…”, dice el conde Mosca, con lo que reafirma lo dicho por la duquesa. Claro, en realidad es Stendhal quien está presente en cada una de estas situaciones, en el pensamiento de cada uno de los personajes, pero es casi imperceptible.

Este diálogo en particular demuestra la catadura moral de estos dos personajes literarios, el conde Mosca y la duquesa de Sanseverina. En este pequeño pasaje se nos ofrecen algunos rasgos de su personalidad: Es una inmoralidad, acusa una, y el otro sinvergüenza le dice que sí, es cierto, es una inmoralidad, pero quién está libre de cometer alguna.

Este es uno de los pasajes que ha llamado bastante mi atención en los últimos días, por la manera en que Stendhal va describiendo a sus personajes mediante el diálogo, y, sobre todo cuando los lleva a opinar sobre un mismo tema.

Yo que había quedado asombrado ante la fuerza y la construcción del discurso de Tolstoi, del talento literario de Victor Hugo para crear personajes como Jean Valjean, ahora me veo ante un genio enorme llamado Stendhal.

Espero que tengas la ocasión de leer esta novela titulada La cartuja de Parma, y me digas si concuerdas conmigo.

Arturo Valverde
22 de abril del 2024

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