En colegios se debe informar sobre las atrocidades del terrorismo

Un importante proyecto de ley para preservar la paz y los valores democráticos y libertarios ha sido presentado en el Congreso de la República. Se trata de informar, en todos los colegios, sobre la historia del terrorismo en el Perú. El objetivo del PL 291/2021-CR, de la congresista Jeny López, de Fuerza Popular, es evitar que se repitan los asesinatos selectivos, los paros armados, las torres de alta tensión derribadas, los coches bomba, los cobro de cupos, los secuestros y los juicios populares protagonizados por los terroristas de Sendero Luminoso y el MRTA.

La norma plantea “recordar las atrocidades cometidas” por los grupos terroristas organizados en células clandestinas que dejaron más de 30,000 muertos y cerca de US$ 30,000 millones en pérdidas materiales, para que nuestros niños y jóvenes no sean presas fáciles de los relatos falsos del comunismo. Desde hace 20 años la educación en el Perú ha hecho todo lo contrario al proyecto de ley presentado recientemente: numerosos profesores vinculados al senderismo –y sentenciados por haber participados en actos criminales ordenados por las cúpulas de Abimael Guzmán y Víctor Polay–, han tenido carta libre para adoctrinar a los estudiantes en los colegios públicos y hasta privados. Sobre todo en provincias, en donde el desdén se ha apoderado de los colegios destinados a los pobres.

De nada sirvió la Ley Nº 29988, que proponía una comisión encargada de vigilar la idoneidad de los profesores, ¡si el Ministerio de Educación (Minedu) había sido infiltrado! El objetivo de esa fallida ley era evitar que sean parte del magisterio docentes y personal administrativo condenados por delitos de terrorismo, apología al terrorismo, tráfico de drogas y violación de la libertad sexual.   

El Minedu, encargado de supervisar los contenidos de los cursos, fue parte de la estratagema comunista. Vale recordar que en los textos de Historia, Geografía y Economía se afirmaba que “en Perú hubo una guerra interna y no terrorismo”, que es la principal falsedad inventada por los apologistas del senderismo para confundir a la población. Y eso fue parte de un plan destinado a torcer la verdad e influir en el desarrollo emocional y cognitivo de los estudiantes. En el Minedu de Ollanta Humala existía un claro sesgo favorable al marxismo.  

En la pagina 168 del libro “Historia, Geografía y Economía para quinto de secundaria” de esos años, se lee que “Sendero Luminoso surgiría precisamente en estos intersticios como producto de esos desfases que se producen entre el capital y el campo, entre andinos y criollos, y representaría la reacción defensiva y autoritaria de una estrecha franja ubicada en el polo más golpeado y desarticulado por este desarrollo específico”. Discurso claramente marxista que pretende equiparar a los terroristas y los defensores del país de la barbarie de destrucción y muerte. 

Colectivismo y populismo son el pan de cada día en los colegios estatales, a vista y paciencia de las autoridades y padres de familia. En Arequipa, por ejemplo, los “espartambos” –simulación de los guerreros espartanos– son parte de los desfiles escolares; estos “espartambos” surgieron durante la violencia organizada por los comunistas en contra del proyecto de cobre Tía María. La supuesta heroicidad de los violentistas es enseñada en los colegios. Los niños son disfrazados con escudos y sables para evocar las luchas contra la minería. 

La estrategia educativa y cultural desplegada por el maoísmo se ha propuesto anular a sus opositores desde los colegios. Los niños aprenden a demonizar a la empresa y la propiedad privada, al individualismo y al capitalismo.