Alejandro Arestegui
Una “telaraña” nunca antes vista
Sobre la operación militar especial llevada a cabo por Ucrania

El pasado domingo primero de junio se llevó a cabo una de las operaciones militares de mayor precisión nunca antes vistas en la historia militar. La denominada Operación Telaraña fue llevada a cabo por las fuerzas ucranianas con un gran porcentaje de efectividad. En medio de un terrible conflicto que lleva ya 3 años de cruenta guerra entre Rusia y Ucrania, esta operación puede marcar un antes y un después en la guerra; y también una motivación extra para que las partes del integrante se sienten a negociar, veamos pues en qué consistió.
Horas después de la operación, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky realizó un mensaje confirmando la operación y relatando los aparentes grandes éxitos cosechados en base a la misma. Textualmente el mandatario ucraniano se refirió en los siguientes términos:
“Se llevó a cabo una operación brillante. Tuvo lugar en territorio enemigo, exclusivamente contra objetivos militares. Fueron alcanzados 34% de los portadores de misiles de crucero estratégicos estacionados en bases aéreas… Nuestro personal operó en varias regiones rusas, en tres zonas horarias diferentes. La preparación tomó más de un año y medio. La planificación, la organización, cada detalle fueron perfectamente ejecutados”.
La cuestión entonces es simple, Ucrania logró internarse en lo profundo del territorio ruso para poder atacar bases aéreas claves que contienen bombarderos estratégicos que utiliza Rusia casi a diario para atacar a las fuerzas armadas ucranianas. Pero también muchas veces estos ataques se dirigen a ciudades llenas de civiles ucranianos inocentes. Los ataques se realizaron en las distantes regiones rusas de Múrmansk, Irkutsk, Riazán e Ivánovo; donde los rusos albergan a la mayoría de sus bombarderos. Esto es increíble porque regiones u óblasts cómo Belaya, en Irkutsk, se ubican a más de 4000 km de la frontera con Ucrania, distancia a la cual los ucranianos sólo podrían atacar con un misil balístico, el cual carecen en absoluto.
Esta operación fue gestada por el alto mando del servicio de inteligencia ucraniano y se dice que fue planificado con un año y medio de anticipación. En un contexto donde la situación ucraniana en el frente no es la más favorable y a vísperas de entrar en una nueva ronda de negociaciones en Turquía, Ucrania necesitaba un nuevo factor decisivo que les diera peso en las negociaciones y este fue atacar el corazón de la propia Rusia. Desde la invasión rusa del 24 de febrero de 2022 tanto militares como civiles ucranianos han sido víctimas de ataques aéreos con misiles hipersónicos y misiles crucero lanzados por bombarderos estratégicos ubicados a más de 1000 km de la frontera ucraniana coma por lo que las defensas aéreas ucranianas poco o nada podían hacer para poder interceptar a dichos bombarderos. Es por esto que la Operación Telaraña se realizó para limitar las capacidades de ataque aéreo de los rusos.
La operación fue bastante sencilla, pero a la vez muy efectiva. Los ucranianos habrían conseguido internar dentro de territorio ruso numerosos tráileres y camiones en cuyos contenedores se albergaban enjambres de drones llenos de explosivos. Una vez los camiones llegaron cerca de las bases aéreas estos fueron desplegados y el ataque comenzó. Cientos de drones de bajo coste y guiados por GPS remoto comenzaron a impactar en sus objetivos, los cuales fueron afinados en su puntería gracias a la inteligencia artificial. Lo más curioso de todo fue que cuando los rusos quisieron inspeccionar los camiones, estos se autodestruyeron, eliminando cualquier evidencia incriminatoria. Debido a que las defensas rusas están preparadas para ataques a largas distancias, nunca se esperaron que el ataque se llevaría a cabo desde tan cerca y en su propio territorio. Las consecuencias para Rusia han sido nefastas, cerca de un tercio de sus bombarderos estratégicos han sido destruidos o inhabilitados por bastante tiempo.
Dentro de los aparatos destruidos tenemos a los famosos bombarderos Túpolev, que a pesar de ser diseñados en la era soviética, tienen un potencial destructivo increíble. Tenemos ya comprobación oficial mediante imágenes satelitales de Tu-95, Tu-22M y Tu-160 en llamas, destruidos total o parcialmente. Además de estas sensibles bajas, está por confirmarse la destrucción de un aparato A-50, avión de reconocimiento ruso de alerta temprana importantísimo para poder detectar a tiempo ataques ucranianos y poder guiar los ataques de los bombarderos rusos. Toda la destrucción de dicho material se puede evaluar entre los 2,5 y 7 mil millones de dólares. Lo peor para los rusos es que mucha de su maquinaria es muy difícil de reemplazar; y dichos bombarderos son bastante costosos de fabricar, así como algunas piezas son ya irremplazables y tendrían que ser modificadas para poder construir nuevos.
Otra cuestión muy importante es que dichos bombarderos también podían transportar armas de destrucción masiva, entre ellas proyectiles nucleares. La falta de coordinación y la facilidad con la que este ataque se produjo también puede afectar la reputación del Kremlin en cuanto a la calidad de sus servicios de inteligencia dentro de su propio territorio.
Tal como se pueden apreciar en videos en primera persona tomados desde los drones y tomas satelitales, la “Operación Telaraña” ha sido bastante exitosa. Si bien es cierto Rusia cuenta con muchísimos más recursos y puede rearmar su capacidad de ataque sobre las ciudades ucranianas, jamás se ha visto una operación militar de semejante calibre. Un ataque en el corazón de Rusia, incluso cerca de Siberia, le demuestra a las fuerzas armadas rusas que no están a salvo en ninguna parte. Ya en el año 2023 Ucrania logró hundir el buque insignia de la flota rusa en el Mar Negro. Al parecer esta no fue una advertencia suficiente y Rusia continúa empecinada en querer ganar la guerra, o negociar con condiciones muy favorables al bando ruso.
Por tanto, es deber de Europa (la cual es la más interesada) mantener los esfuerzos de guerra ucranianos apoyando con dinero y armamento, pues este podría ser el freno a cualquier aspiración rusa a querer dominar el este de Europa y presionar la frontera oriental de la Unión Europea. Sólo nos queda esperar a cómo se desenvuelven los acontecimientos, esperemos que esta nueva ronda de negociaciones de paz pueda rendir sus frutos y se acabe con esta nefasta guerra que no ha hecho otra cosa que desangrar a Ucrania y empobrecer al pueblo ruso.
COMENTARIOS