Iván Arenas
Es la realidad, imbécil
La clase media emergente no aguantará más jugarretas

El presidente Vizcarra se empecina en continuar gobernando desde la nube que le han inventado los medios y sus periodistas amigos. Aquí no existe aquello de que “el pueblo lo quiere”, como dijo el presidente en una entrevista con un medio amigo. Porque lo del “pueblo” y “lo que quiere”, que a diario vemos en los medios, es un gracioso invento de las algunas encuestadoras, amigos también del Ejecutivo.
El pueblo llano sabe lo que quiere: seguridad y un proyecto político estable. Algo que no le da Vizcarra. Ese mismo pueblo llano también ve con hartazgo las disputas políticas, como quién ve una mosca en sopa ajena. Le da asco, pero no se mete. El verdadero “pueblo”, no es tonto y sabe que detrás de tanta perorata, periodicazos y “análisis” a medida, está el poder del subsidio estatal, que paga millones a sus medios amigos. No hay lonche gratis.
El presidente Vizcarra pudo haberse convertido en un Alberto Fujimori II. Pero a diferencia del “chino”, Vizcarra inaugura carreteras sin asfaltar. El “chino” llevó el Estado (en su modo más patrimonial, claro) a la puna y a la llanura. Allí se legitimó.
La izquierda criolla y limeña cree que puede ganar en el caos. Se equivocan. La gente de Lima Norte, que son millones (a los que el intelectual de la PUCP les tiene miedo por cholos y emergentes), saben quiénes son y de dónde vinieron los corruptos. ¿Aló Susana?
La izquierda limeña está tan alejada del pueblo llano que, en vez de lucha de clases, apuesta por la lucha de géneros. Su miopía política, estratégica y de táctica le pasa factura. En una reunión con mujeres ronderas, a Huilca y Pariona, “intelectuales” para dummies, casi casi las botan. Por supuesto, eso no lo pusieron en sus redes sociales, que es donde para estas feministas grado 33 se hace la lucha.
La realidad es, pues, dura. La calle sí que está pesada. La clase media emergente, que es casi toda Lima de los conos, no aguantará más jugarretas. Si Antauro y Goyo ofrecen orden y mano dura, pero con mercados populares, arrasan. Evo hace eso. Hace días conversé con dos empresarios bolivianos y están encantados con Evo. Les ofrece cero conflictos sociales. A quién ose levantarse y protestar le toca bala y palo. Charles Tilly se quedaría encantado con Evo.
La realidad es la realidad, como “la U es la U”. Simple pero compleja. Es todo y es nada. Pero es la realidad, imbécil, por más que quieras cambiarla.
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