Iván Arenas

García derrota al establishment

Un acto político para salvar el honor

García derrota al establishment
Iván Arenas
18 de abril del 2019

 

La muerte por suicidio de Alan García es un acto y un gesto político. Solo así se puede entender que también sea un acto dramático de honor. Como los “últimos romanos” en defensa de la República. Como Balmaceda y Getulio. No obstante, y más allá de las reminiscencias y los honores correspondientes, este gesto político de García representa una derrota para el establishment que ha intentado mandar este país. ¿Cómo así? De alguna u otra manera, la historia del Perú jamás estuvo fuera de los cálculos de García. Finalmente al hombre le aterraba que la historia lo recuerde con grilletes y chaleco.

La imagen de un García enmarrocado iba a ser el triunfo del establishment. Pero, como sabemos, García no les dio el gusto, los derrotó.

Recordemos que este es el mismo establishment que combatió a Haya y al aprismo desde su fundación. La oligarquía, sus medios poderosos y la izquierda criolla, que ahora han mutado al caviarismo, representan al establishment que impuso vetos y murallas.

Si uno ve la historia como una onda larga, verá que el veto histórico al Apra continúa. Y que la muerte de García es solo otro hito de ese intento de exclusión. En realidad, el veto parece ser no solo contra el Apra, sino contra la sociedad emergente y el mundo popular. De allí también el rechazo y exclusión al fujimorismo que, al margen de puntuaciones, representa a un sector del mundo emergente ancho y ajeno cuando el aprismo languidece (por errores propios) en dicho sector.

Si la democracia no se ha enraizado en el Perú es por el veto hacia las clases emergentes. El Apra fue el primer partido de masas porque representó a la sociedad nueva que se alzó cuando el sistema político de la República criolla y aristocrática no incluyó a aquellas clases que emergieron durante las primeras décadas del siglo XX. El Apra sí lo hizo. Sin embargo, a pesar de las concesiones del segundo gobierno de García al establishment ―cuando en su primer gobierno se habían declarado la guerra mutuamente―, este no olvidó el veto y el intento de exclusión continuó.

La oligarquía peruana, metida de cabo a rabo en la corrupción brasileña, sus poderoso medios de comunicación, el apparatchik legal y la izquierda criolla encubierta en una Checa, no olvidaron el veto histórico contra el aprismo y enfilaron baterías contra García. No pudieron. El triunfo del antiaprismo era ver a uno de ellos enmarrocado. La imagen se iba a repetir en los libros de historia porque todos sabemos que hay un intento de oficializar una narrativa única utilizando la educación.

Pero García no les dio el gusto. Repetimos, solo si vemos su suicidio como un acto político encontraremos el honor. Nada más. En cierta ocasión García hizo referencia al suicidio como salida política cuando un ex presidente panameño lo llamó pidiéndole un consejo aterrado por el allanamiento. “Suicidate, que te vejarán” le habría dicho García. Y así fue.

¿Qué era un hombre de yerros? ¡Claro que sí! ¿Pensó García la forma de su muerte? ¡También! Quién hace referencia a la historia de manera continua sabe que la única salida para defender el honor es el suicidio. Así dicta la historia.

El veto contra el Apra y el mundo popular continuará, y otros capítulos dolorosos para la convivencia política vendrán. Pero de aquí a las próximas décadas se recordará que el presidente García se impuso la muerte por salvar el apreciado honor.

 

Iván Arenas
18 de abril del 2019

NOTICIAS RELACIONADAS >

El capitalismo popular minero y Pataz

Columnas

El capitalismo popular minero y Pataz

Hay un ejército de mineros pequeños, artesanales informa...

08 de mayo
De la minería ilegal al “compromiso histórico”

Columnas

De la minería ilegal al “compromiso histórico”

Estamos en Italia, en 1976, el llamado “Compromiso Histór...

01 de mayo
El fujimorismo y las “maras”

Columnas

El fujimorismo y las “maras”

Estimado lector: en esta aproximación temeraria –qu&eacut...

24 de abril

COMENTARIOS