Renatto Bautista
Juan Pablo II y la encíclica Sollicitudo Rei Socialis
Un legado político y espiritual

Volviendo a Su Santidad Juan Pablo II, él escribió la encíclica Sollicitudo Rei Socialis, publicada en Roma, junto a San Pedro, el 30 de diciembre de 1987, en el noveno año de su pontificado. Este documento conmemoraba el vigésimo aniversario de la encíclica Populorum Progressio (1967), de Pablo VI.
La obra está estructurada en siete partes: 1) Introducción, 2) Novedad de la encíclica Populorum Progressio, 3) Panorama del mundo contemporáneo, 4) El auténtico desarrollo humano, 5) Una lectura teológica de los problemas modernos, 6) Algunas orientaciones particulares, 7) Conclusiones
En la página 32, Juan Pablo II escribió: “Cada uno de los bloques lleva oculta internamente, a su manera, la tendencia al imperialismo, como se dice comúnmente, o a formas del neocolonialismo”.
Durante décadas, en nuestro continente se culpó al imperialismo estadounidense como el único responsable de los males políticos y económicos. Sin embargo, Juan Pablo II advirtió que la Unión Soviética también representaba un fenómeno imperial, tanto en lo económico como en lo político, imponiendo su dominio en Europa del Este y ejerciendo control sobre países subdesarrollados como Cuba. En esa misma línea de pensamiento coincidió Víctor Raúl Haya de la Torre (1895-1979), quien desde los años 50 denunció el imperialismo soviético y su deriva totalitaria, a la que calificó de anticristiana, tal como se lo recordó José Vasconcelos en esa época. Haya plasmó esta crítica en artículos publicados en el diario colombiano El Tiempo.
En la página 36, el Papa escribió: “Otra dolorosa plaga del mundo actual: el fenómeno del terrorismo, entendido como propósito de matar y destruir indistintamente hombres y bienes, y crear precisamente un clima de terror y de inseguridad, a menudo incluso con la captura de rehenes”.
Estas palabras se ajustan a lo vivido en el Perú durante las décadas de 1980 y 1990, cuando el terrorismo de Sendero Luminoso y el MRTA sembró muerte y destrucción. Por ello, ningún peruano de buena fe debe bajar la guardia frente a esta amenaza latente, pues el terrorismo no es solo violencia, sino una ideología profundamente perversa.
En la página 74, Juan Pablo II escribió: “Otras Naciones necesitan reformar algunas estructuras y, en particular, sus instituciones políticas, para sustituir regímenes corrompidos, dictatoriales o autoritarios, por otros democráticos y participativos”.
Este mensaje fue un claro golpe contra la Unión Soviética, la China totalitaria —que aún persiste como dictadura— y la Cuba comunista de los Castro y, más tarde, de Díaz-Canel. Con fuerza profética, el Papa señaló la urgencia de reformas políticas que conduzcan a la democracia. Aunque en casos como Cuba y China el camino sigue siendo difícil por décadas de opresión, Juan Pablo II recordaba que ningún régimen perverso es eterno: el mal no triunfa. La caída del Muro de Berlín y del imperio soviético lo confirmaron.
Conclusión
La encíclica Sollicitudo Rei Socialis revela la gratitud de Juan Pablo II hacia su antecesor Pablo VI y, al mismo tiempo, su firme denuncia contra los imperialismos y regímenes totalitarios que atentaron contra la dignidad humana. Este documento, tanto teológico como político, sigue vigente como testimonio de la claridad, valentía y visión histórica de Juan Pablo II.
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