Úrsula Letona

En defensa de la libertad y el mercado

Para enfrentar a las nefastas ideas izquierdistas

En defensa de la libertad y el mercado
Úrsula Letona
12 de noviembre del 2018

 

A propósito de todo lo que viene aconteciendo en el escenario político de nuestro país, releía algunos textos y nuevamente me encontré con las ideas sólidas de Axel Kaiser —La tiranía de la igualdad— sobre cómo los partidarios de la libertad y el mercado deben hacer la defensa de estos fundamentos básicos de la democracia y el desarrollo, desde el ámbito del debate y de la difusión de ideas:

 

“Las ideas y las personas que las ponen de moda —esto es, los intelectuales— son de lejos el factor de mayor impacto en la evolución social e institucional de un país en el largo plazo. Si las ideas colectivistas como las que plantea buena parte de la izquierda en América Latina y Europa, se convierten en hegemonía no habrá nada que hacer para evitar la progresiva destrucción del orden social libre. La fatal arrogancia de la llamada derecha política, social y económica ha sido despreciar el rol de los intelectuales y la función de la cultura como soporte de las instituciones, sobre las que descansa la prosperidad y paz de las naciones¨

 

Sin duda en nuestro país tenemos un avance significativo de las ideas de izquierda, que han copado gran parte de los espacios de difusión en los medios de prensa masivos. Y si bien en el último proceso electoral (del 2016) nuestro país se ha manifestado por un espacio político de centro - derecha, en toda esta crisis política, generada sin duda por los propios actores de la centro - derecha, los difusores de las ideas de izquierda han ganado mayores espacios. Es menester señalar que nuestro país no se ha inclinado por las ideas de centro - derecha en el 2016 por mérito de nuestra gran batalla de ideas y de la gran defensa de nuestros intelectuales de las libertades y el mercado. Esta inclinación viene de la percepción de la ciudadanía de lo ocurrido en nuestro país en los últimos 25 años, en el sentido que el desarrollo que hemos presenciado —que ha generado mayores oportunidades laborales, sociales, educativos, entre otros para nuestros compatriotas— es consecuencia de las inversiones y el respeto a la iniciativa empresarial. Pero no por que se haya ganado una batalla intelectual y de ideas.

Una de los ejemplos de cómo se ha librado una batalla de ideas es lo acontecido en Chile y Colombia. En el primer caso, en el Gobierno de la señora Bachelet se pretendió desmontar, en algunos casos se logró, gran parte de las construcciones institucionales que propiciaron el gran desarrollo de Chile en los últimos 40 años, y que lo pusieron a la vanguardia de los países de todo Latinoamérica en muchos aspectos relevantes. Algunas importantes personalidades hicieron una férrea lucha para evitar tal desmontaje institucional promercado, que podía amenazar el desarrollo futuro de Chile; uno de estos fervientes defensores de la libertad y el mercado fue justamente Kaiser. La batalla culminó con el exitoso retorno del señor Piñera a la presidencia de Chile.

Lo mismo aconteció en Colombia que inicia una batalla de ideas desde el ascenso de señor Petro —de filiación de izquierda, ex militante del M19—a la alcaldía de Bogotá, que generó que los empresarios e intelectuales colombianos empezaran una fuerte defensa del modelo que históricamente ha prevalecido en este país: la gestión de gobierno bajo ideas de derecha o centro derecha. Esto finalmente culminó en una sucesión de Santos - Ivan Duque, manteniendo un Gobierno de centro derecha.

Lo fundamental, en ambos ejemplos, es la sólida alineación, en la pelea profunda y prolongada de ideas, por parte de todos los sectores de la derecha y centro derecha (intelectuales, empresarios y políticos) para evitar que las ideas de izquierda avancen. Los resultados de esos gobiernos de derecha o centro - derecha han hecho retroceder las ideas izquierdistas; ideas con nefastas y catastróficas experiencias de gobiernos, como lo demuestran múltiples casos a lo largo de la historia moderna.

Esperemos que nuestro país también ingrese a esta gran batalla, con los intelectuales por delante, seguidos de los empresarios y políticos. De lo contrario, como bien lo expresa Kaiser, no habrá nada que hacer para evitar la progresiva destrucción del orden social libre. Bajo esta premisa, cerramos este artículo en la misma línea de razonamiento de muchos intelectuales que han defendido la libertad y el mercado: todo el desarrollo posible dentro de una sociedad de personas libres y dignas.

El desarrollo implica una amplia cobertura tanto en los aspectos económico, social y cultural; es decir, mucho más que simplecrecimiento económico. Esto último es lo único que ha venido aconteciendo en los recientes gobiernos en nuestro país, incluido el de la dupla Kuczynski - Vizcarra. Para comprobarlo, basta con ver nuestros indicadores de educación, salud, niveles de pobreza, inseguridad y un largo etc.

 

Úrsula Letona
12 de noviembre del 2018

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