Heriberto Bustos
¿Evaluaciones a estudiantes o al sistema educativo?
Una llamada de atención urgente

En el contexto escolar, los estudiantes se preparan —entre agosto y noviembre— para enfrentar evaluaciones rigurosas que buscan medir el logro de aprendizajes fundamentales. Estas pruebas, al tratarse de instrumentos diagnósticos, permiten identificar brechas educativas y orientar políticas públicas destinadas a revertir resultados adversos.
Entre agosto y noviembre se aplicarán a nivel nacional los siguientes instrumentos:
- Evaluación internacional PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes): Organizada por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), evalúa cada tres años a estudiantes de 15 años en lectura, matemáticas y ciencias. Tiene carácter muestral y busca comparar el desempeño educativo entre países, analizar los factores que influyen en el aprendizaje e inspirar reformas educativas basadas en evidencia. Se aplicará del 18 de agosto al 30 de septiembre.
- Aplicación final del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE 2025): Dirigido a estudiantes de 3° y 6° grado de primaria de instituciones educativas públicas y privadas de Educación Básica Regular. También de carácter muestral, se desarrollará entre el 21 y 22 de octubre de 2025.
- Evaluación Nacional de Logros de Aprendizaje (ENLA 2025): Aplicada a estudiantes de 4° grado de primaria y de 2° y 5° grado de secundaria de instituciones públicas y privadas de Educación Básica Regular. Organizada por el Ministerio de Educación, busca conocer cuánto han aprendido los estudiantes en áreas clave como lectura, matemática y ciencias. Sus objetivos son diagnosticar niveles de aprendizaje, identificar brechas, definir políticas de mejora y orientar la asignación de recursos. De carácter muestral, se llevará a cabo del 11 al 13 de noviembre a nivel nacional.
A esto se suman las evaluaciones de aprendizaje que realizan las gerencias o direcciones regionales en instituciones educativas públicas de EBR, generalmente con carácter censal. En conjunto, estos procesos muestran que, año tras año, los peruanos participamos —a través de nuestros hijos— en eventos educativos clave, con la esperanza de que los resultados sirvan para mejorar el sistema educativo.
La Unidad de Medición de la Calidad (UMC) del Ministerio de Educación del Perú inició en 2007 la aplicación de evaluaciones censales de estudiantes (ECE). Tras 18 años de medición, los resultados nacionales siguen siendo alarmantes: solo 3 de cada 10 estudiantes comprenden lo que leen, y apenas 4 logran resolver problemas matemáticos. Estos datos reflejan la gravedad del sistema educativo peruano y nos obligan a hacernos preguntas fundamentales:
¿Qué tan efectivo es nuestro sistema educativo? ¿Existe verdadera voluntad política para cambiar esta realidad? ¿Cuánto más debemos esperar para que los responsables de diseñar políticas comprendan que el aprendizaje de la lectura es el núcleo del sistema educativo?
La educación es una responsabilidad compartida. Es fundamental tomar conciencia de que la lectura es la base del aprendizaje general. La mayoría de las materias —matemáticas, ciencias, historia— requieren comprensión lectora. Además, leer es una herramienta esencial para nuestro desarrollo como personas y ciudadanos, pues permite participar en la sociedad de forma crítica y consciente, facilitando el acceso a mejores oportunidades laborales y empleos de calidad.
Esto no concierne solo a los estudiantes. Muchos adultos han dejado de leer, convirtiéndose en malos ejemplos para sus propios hijos. En vísperas de eventos sociales y políticos como las elecciones generales, regionales y locales, no podemos ignorar que las decisiones más importantes dependen de nuestra capacidad de entender propuestas, visiones y beneficios colectivos. La falta de comprensión lectora y razonamiento crítico —en jóvenes y adultos— nos ha llevado a tomar decisiones equivocadas, cuyos efectos seguimos arrastrando.
Confucio lo advirtió hace siglos: “No importa lo ocupado que creas que estás, debes encontrar un hueco para la lectura. De lo contrario, habrás escogido sumirte en la más absoluta ignorancia”. Bienvenidas nuevamente las evaluaciones a nuestros hijos.
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