Kurt Freund
La IA manifestada (II)
Presente y futuro en todos los sectores

La inteligencia artificial se está implementando en prácticamente todos los sectores económicos, administrativos y sociales.
En el sector salud, ya existen diagnósticos asistidos por IA —como el análisis de imágenes médicas (radiografías, resonancias)—, descubrimiento de fármacos mediante simulación molecular, tratamientos personalizados basados en datos genómicos y asistentes virtuales para recordatorios de medicación, citas médicas y programación hospitalaria.
En educación, las herramientas de IA generativa apoyan en la investigación y redacción. Los sistemas adaptativos de aprendizaje personalizan contenidos y pueden complementar la labor de los tutores. Además, existen asistentes virtuales que responden dudas estudiantiles y permiten el análisis de datos educativos para identificar patrones de conducta o riesgos de abandono.
En el sector financiero, la IA facilita la detección de transacciones fraudulentas en tiempo real, realiza evaluaciones automatizadas de riesgos crediticios, impulsa chatbots para la atención al cliente bancario, asesora en la gestión automatizada de inversiones y refuerza la ciberseguridad con detección temprana de fraudes y robos.
En manufactura y logística, permite el mantenimiento predictivo de maquinaria industrial, la optimización de cadenas de suministro, la operación de robots autónomos en almacenes y líneas de producción, así como la gestión de vehículos autónomos para transporte.
En el sector público, se emplea para el análisis de datos con fines predictivos (como incendios o inundaciones), la detección de fraudes y corrupción, sistemas automatizados de respuesta a consultas ciudadanas y asignación de turnos, así como para la distribución optimizada y controlada de recursos públicos.
El ecosistema de la IA está conformado por múltiples actores que impulsan su desarrollo e implementación. Entre las empresas líderes destacan:
- OpenAI: Creadora de ChatGPT, GPT-4 y DALL·E; pionera en IA generativa.
- Anthropic: Desarrolladora de Claude, centrada en IA segura y alineada.
- DeepMind (Google): Referente en IA aplicada a juegos (AlphaGo) y ciencia.
- NVIDIA: Fabricante de hardware (GPUs) y software clave para entrenar modelos de IA.
- Startups como Midjourney (arte generativo), Stable Diffusion (creación de imágenes) y DataRobot (machine learning automatizado), están democratizando el acceso a estas tecnologías.
Además, los gigantes tecnológicos desempeñan un papel clave:
- Google (Alphabet): A través de DeepMind y Google Brain, desarrolló el modelo Gemini (antes Bard) y lidera en algoritmos de búsqueda inteligente.
- Microsoft: Inversor principal en OpenAI, integra IA en Office, Azure y Windows.
- Amazon: Aplica IA en comercio electrónico (recomendaciones) y ofrece múltiples servicios en la nube mediante AWS.
- Meta (Facebook): Avanza en IA para redes sociales, recomendación de contenido y metaverso.
- Apple: Implementa IA en sus dispositivos mediante Siri y funciones de fotografía computacional.
Como se ve, hay espacio y oportunidad para todos los actores del ecosistema. Sin embargo, la expansión de la IA trae consigo desafíos éticos importantes. Entre ellos:
- Sesgos algorítmicos: Que pueden reproducir o amplificar desigualdades.
- Falta de transparencia: Muchos sistemas de deep learning operan como "cajas negras", dificultando entender cómo toman decisiones.
- Privacidad: El uso de datos personales para entrenar modelos genera preocupación sobre la protección de la información.
- Impacto laboral: La automatización puede desplazar ciertos empleos, lo que exige planes de reconversión profesional.
- Seguridad: El uso malicioso de IA generativa puede facilitar la creación de desinformación y ciberataques sofisticados.
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