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Esta semana, el corazón de la agricultura peruana se ha trasladado a la Videna, en el distrito limeño de San Borja, donde se realiza Agrofest 2025, el evento más relevante del calendario agrícola nacional. Del 11 al 14 de junio, la cuarta edición de esta cumbre y exposición reúne a productores, agroexportadores, empresarios, académicos, inversionistas, emprendedores y autoridades, en una plataforma que busca no solo mostrar avances tecnológicos y nuevas oportunidades comerciales, sino también reflexionar sobre el futuro del agro en medio de una coyuntura política y económica determinante.
Organizado por la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), Agrofest se ha consolidado como un espacio de encuentro y articulación para todos los actores de la cadena agroalimentaria. Su programación combina ferias comerciales, ruedas de negocios, conferencias magistrales, paneles técnicos y foros de políticas públicas. La edición 2025, sin embargo, llega en un momento especialmente crítico para el sector.
Acctualmente el Congreso de la República se encuentra debatiendo una nueva Ley de Promoción Agraria, luego de años de inestabilidad jurídica ocasionados por la derogación del régimen anterior, la Ley 27360, durante el gobierno transitorio de Francisco Sagasti en 2020. Esta decisión, impulsada por un clima político convulso y prejuicios ideológicos, desmanteló un sistema que había sido clave para el despegue del agro moderno. Los resultados de aquel régimen son contundentes: atrajo más de US$ 20,000 millones en inversiones, elevó las agroexportaciones de US$ 651 millones a más de US$ 10,000 millones, y generó alrededor de un millón de empleos, entre directos e indirectos. A nivel fiscal, permitió pasar de una recaudación anual de S/ 97 millones a más de S/ 826 millones, aportando más de S/ 9,000 millones al Estado a lo largo de su vigencia. La derogación de la ley, sin un reemplazo eficiente, generó un vacío legal que ha derivado en la parálisis de nuevas inversiones, el cierre de fundos y la pérdida estimada de hasta 100,000 empleos mensuales.
En este contexto, Agrofest 2025 se erige como una vitrina estratégica para articular soluciones. El evento alberga una variada agenda que incluye exhibiciones de tecnología agrícola, maquinaria de última generación, cultivos orgánicos, biotecnología, soluciones digitales y emprendimientos rurales. También se desarrollan espacios temáticos dedicados a la agricultura familiar, la sostenibilidad ambiental, la educación agropecuaria y los mercados internacionales.
El programa de conferencias y ponencias está a la altura del momento: inteligencia artificial aplicada al conteo de frutas, manejo sostenible del microbioma del suelo, economía circular, agroexportaciones hacia Asia y Europa, nuevas variedades de cultivos y bioemprendimientos familiares. Figuras como Rebeca Ortiz y Carlos Ruiz de Walmart, especialistas de la FAO, representantes de la Unión Europea, universidades como ESAN y La Molina, y expertos en agrotecnología, compartirán ideas que marcan la pauta para el agro del futuro.
Durante la inauguración, el ministro de Desarrollo Agrario y Riego, Ángel Manero, junto a representantes del Congreso, la FAO y el MINCETUR, hicieron un llamado a recuperar el crecimiento perdido, con un enfoque que combine sostenibilidad, competitividad y justicia social. Uno de los ejes más importantes del evento es el análisis de políticas públicas. Paneles sobre infraestructura de riego, integración de la pequeña agricultura, cadenas logísticas, impulso a la inversión y simplificación regulatoria alimentan el debate. La presencia de altos funcionarios del Ejecutivo, del Congreso y de gremios empresariales muestra una voluntad política por devolver dinamismo al agro.
Mientras Lima celebra el agro con ponencias, vitrinas tecnológicas y espectáculos culturales, el sector sigue esperando señales claras. La nueva ley de promoción agraria en discusión propone un esquema tributario escalonado: 0% y 1% en impuesto a la renta para pequeños agricultores, y una tasa general del 15%. Está diseñada para beneficiar especialmente a los más de dos millones de minifundistas que representan la base productiva del país. Varios gremios, asociaciones regionales y cámaras de comercio han expresado su respaldo, señalando que esta reforma podría devolver la confianza a un sector golpeado por la incertidumbre y el populismo normativo.
El evento cerrará con una ceremonia que podría contar con la participación de la presidenta Dina Boluarte (aún por confirmar), el titular del Midagri y el presidente del Congreso, Eduardo Salhuana. El objetivo es enviar un mensaje político claro sobre el compromiso con el sector. Agrofest 2025 puede ser el espacio donde se fragüen los consensos que el país necesita para reimpulsar el crecimiento agrícola, recuperar empleos y modernizar la producción con inclusión y sostenibilidad.
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