Dardo López-Dolz
Afanes imperiales de las agencias multilaterales
Frente a la ley que amnistía a militares y policías

La democracia representativa, aun con sus debilidades e imperfecciones, sigue siendo la mejor fórmula conocida para que un pueblo elija sus gobernantes y a las personas que redactarán las normas por las que quiere guiarse.
Los organismos multilaterales –como la ONU, la OEA, la OMS o el CIDH– surgieron de un afán legítimo de protección supranacional. Lamentablemente, lejos de cumplir con tal función, han desarrollado comportamiento imperial inaceptable.
Con el paso de los años, una costra socialista se ha encaramado en el control de esos organismos. Una burocracia dorada con aires de oligarquía, por los que nadie votó, y que es aplaudida por una jauría omnipresente de ayayeros receptores de premios, títulos y fondos que ellos mismos proveen.
La decisión soberana del pueblo peruano, expresada a través de sus representantes democráticamente elegidos, ha sido la de proteger de una irracional y eterna persecución judicial a los héroes que arriesgaron todo para proteger a los peruanos de bien de la agresión homicida del terrorismo comunista. Nuestros congresistas no tienen por qué rendir pleitesía ni deben obediencia a los aires imperiales de esa oligarquía burocrática socialista autoelegida, así pateleen sus áulicos y lacayos.
Con la norma publicada ayer se ha hecho justicia a aquellos que salvaron la patria.
¡Viva el Perú! ¡Viva la libertad!
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