Juan Carlos Valdivia
Cumplidor, sin emoción

Mensaje no enfrentó con decisión temas que ciudadanos esperaban
En 1821 las campanas de las iglesias hubieran volado, celebrando la independencia patria. Hoy en día, ¿Por qué razones las campanas de las iglesias hubieran hecho saber su alegría o su alerta? El discurso del presidente Humala quizás no logre generar las expectativas necesarias, pero si puede notarse como un divisor de un antes y un después.
Para el país cada vez es más claro que la inversión privada es la que hace la diferencia. Sin embargo, Ollanta Humala nos ha anunciado que estos próximos meses la inversión pública será la que marque el ritmo de lo que suceda en la economía. No ha podido plantear algunas ideas para recobrar la confianza, y entonces vemos algunas medidas destinadas a promover que la economía se mueva, aunque sea por la inversión del Estado. Por las proporciones de las cifras anunciadas en inversión pública, uno puede evaluar que las cifras que serán anunciadas los próximos meses respecto al crecimiento del PBI no serán auspiciosas, y por el contrario pueden llamar a una mayor restricción de la economía, de no tomarse las medidas correctivas.
Hay que rescatar el interés puesto, de acuerdo a la prioridad de su mensaje, en educación, salud y seguridad ciudadana. El anuncio de la inversión en educación es algo que debe resaltarse, El gobierno debería lograr –como lo sugirió el presidente- un acuerdo en que esta tendencia se mantenga en el tiempo, de tal manera de llegar la bicentenario con el problema de la educación resuelto. Sin duda, la redirección lograda en Educación –luego del ingreso del ministro Jaime Saavedra- permitirá recuperar el tiempo perdido. Funcionarias como la ex ministra Salas deberían ser sometidas a algún proceso por su ineficiencia y sometimiento al poder. Pero esto sucedería si existiera una contraloría independiente. La nueva dirección propuesta por Jaime Saavedra permitirá recuperar el tiempo perdido y lograr una apuesta por la educación, que se encontraba divagando por las limitaciones de la señora Salas.
El problema real es saber si el actual equipo del Consejo de Ministros está en capacidad de llevar adelante lo propuesto por el presidente. Es fácil preguntarse las razones por las que el Ejecutivo aún no tiene una propuesta de modificaciones necesarias en el tema de regionalización, ni en el de distribución del canon minero. Y ya son más de cuatro meses los que han transcurrido después de descubiertos los primeros casos de corrupción en los gobiernos regionales. Pareciera que el gobierno se satisfizo con la judicialización de los procesos, y no con ofrecer soluciones a los problemas que la regionalización presentaba.
El discurso del presidente no genera expectativas, aunque tiene algunas propuestas interesantes. No resuelve problemas, aunque plantea algunas ideas hacia el futuro, que sería interesante que se cumplan. Y no enfrenta con decisión algunos temas que la ciudadanía esperaba con real expectativa. No es un mal discurso, pero tampoco logra satisfacer las expectativas. Carece de mostrar voluntad, y de generar un auspicio político de los otros partidos. Ofrece algunos cambios, pero no nos cuenta como lo lograran.
Sin hacer política, o haciéndolo con operadores tan limitados como Ana Jara, lo más probable que sigamos dando vueltas en círculos. Y eso no nos va a sacar de los problemas que la economía tiene hoy en dia.
Por Juan Carlos Valdivia
COMENTARIOS