Carlos Rivera
El caballero de las ideas
Un homenaje al escritor y académico arequipeño Tito Cáceres Cuadros

Tito Cáceres Cuadros es una de esas rarezas salidas de algún mito o de alguna galería de ficciones bien construidas por algún hacedor de fantasías. Borges pudo inventar a nuestro personaje. Un poco de polvo del planeta Tlön, una memoria de Funes, la resistencia del minotauro, la justicia de Johannes Dahlmann y esa espléndida belleza cósmica e infinita de “El Aleph”. La síntesis y la fuerza o magia de un verbo no acaba con su pronunciamiento empieza con la potencia de su sentido.
Cuando la palabra agota su enunciado se inicia la vibración de la estética. Y el hombre se hizo verbo, carne, cuerpo, huesos y sobre todo, mente. Mente de misterios, creación de sentido, formas y conceptos. Es la consolidación de un crítico, un melómano, un maestro universitario; un amante de las artes y cultivador de la creación literaria. Se puede tener algo de todos esos talentos y no ser bueno en muchas de estas disciplinas pero como buen rebelde e ilustrado, el Dr. Tito Cáceres va contra va contra su tiempo y contra la historia, y contra el destino que no otorga tantos talentos ni tantas fuerzas para hacer varias cosas y todas hacerlas bien. Camina como lee y sueña como escribe. Habla como si la oralidad clásica la tuviera como parte de su ritmo. Un ilustrado que derrama sus conocimientos por la dramaturgia, el cine, el jazz,la literatura y la crítica literaria.
¿Cuánto ha escrito? ¿Qué temas no ha hecho suyo? ¿En qué polémicas no ha dejado su huella de maestro dedicado? Tiene tantos libros como admiradores y no se cansa de seguir pensando y soltando pluma por nuevas ideas.
Dice George Steiner en su libro Los maestros:
“Hay maestros que han destruido a sus discípulos psicológicamente y en algunos raros casos físicamente. Han quebrantado su espíritu, han consumido sus esperanzas, se han aprovechado de su dependencia y de su individualidad. El ámbito del alma tiene sus vampiros. Como contrapunto hubo discípulos, pupilos y aprendices que han tergiversado, traicionado y destruido a sus maestros.”
Desde luego que el Dr. Tito Cáceres ni es abusivo ni aprovechador de sus discípulos o un vampiro traidor. Ha cultivado las formas en un ritual de aprendizaje donde el alumno se sorprende y camina luego con las armas de sus lecturas. Enseña aprendiendo y aprende enseñando. Es el gran legado de los grandes maestros que trascienden los espíritus, las generaciones y el tiempo. Volviendo a Borges quien decía que los caballeros solamente defienden causas perdidas. Bueno, qué le podemos decir a tan digna figura. Que tal vez él sí ganó algunas batallas que parecían perdidas: enseñarnos a amar la literatura tanto como él la ama.
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