Iván Arenas

Del dengue al coronavirus

Diferencias políticas en las crisis de salud

Del dengue al coronavirus
Iván Arenas
11 de marzo del 2020


Contrariamente al objetivo de dar tranquilidad, la conferencia de prensa de Martín Vizcarra anunciando el primer caso de coronavirus en el Perú creó una alarma por ahora todavía innecesaria. Para el Gobierno, el coronavirus no solo es un problema sanitario, sino también un acontecimiento político; y hay que aprovecharlo. Así, al menos, lo ha entendido Vizcarra.

El coronavirus tiene más marketing que el dengue, a pesar de que este último ha matado a dos niños y a otras dieciocho personas y está dejando un reguero de infectados. Más de 20,000. El dengue no es un acontecimiento político, es una vergüenza. Por ello Vizcarra no ofreció ni ofrecerá conferencia alguna.

El Gobierno y sus asesores siguen el guión: el coronavirus como acontecimiento político debe ser aprovechado al máximo. Ya la novel ministra de Economía ha dicho que por culpa del coronavirus habrá un reajuste en las proyecciones del PBI para este año. Si en un principio se creía crecer a 3.5% el coronavirus, como acontecimiento político, reducirá aquella proyección. Creceremos amargamente solo 1% o 1.5%. Ya saben: el coronavirus será el nuevo culpable. En el 2019 fue el Congreso y el fujimorismo. 

Han sido el dengue y el coronavirus los que han revelado la crisis estructural del sector salud. Una crisis en todo nivel. Por cada médico tenemos trece funcionarios públicos. No hay ningún país que obtenga ese récord en Latinoamérica, pero sí en África. La salud peruana se parece entonces a la de cualquier país africano.

Pero han sido ambos también, el dengue y coronavirus, los que han revelado que no existe un discurso sólido sobre cómo se está enfrentando la epidemia desde todo el Ejecutivo. Se podría decir, entonces, que de trata de desplegar una estrategia desde el Ministerio de Salud, habría veinticinco más, una por cada gobierno regional. El resultado de eso es que no se ha alineado un discurso coherente y con capacidad de dar tranquilidad frente a la zozobra. No hay comunicación política sobre el coronavirus.

Todo indica que el gobierno vizcarrista va dos pasos detrás del coronavirus. Luego de tanto tiempo jugando solo, Vizcarra ha perdido la iniciativa política ante la epidemia. El coronavirus no tiene los errores del fujimorismo. 

El dengue y el coronavirus han logrado además lo que ninguna oposición pudo: revelar las fallas de gobierno de un Ejecutivo que apela a un sector de medios y periodistas para evitar el negativo impacto de sus responsabilidades. De hecho, si hoy hubiera oposición, este sería un momento excelente para desarrollar la idea de que en el Ejecutivo no hay una reacción eficiente y a tiempo sobre los casos detectados y registrados. Cuando la ministra de Salud indicó que su sector tenía monitoreado a los contagiados, el padre de uno de los niños enfermos la corrigió: "no nos dan ni mascarillas", le dijo.

Por ahora el sol de verano nos da un poco de calma. Vizcarra y su Ejecutivo también apelan a que el verano y su intenso calor se extiendan hasta abril, fecha que se supone pasará la epidemia. Allí por lo menos hay una proyección positiva. Vizcarra mira a Italia y a España y eso le hace sudar frío. Con respecto al dengue, allí sí no se sabe qué hacer.

Iván Arenas
11 de marzo del 2020

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