Berit Knudsen

India: gigante con memoria estratégica

En un mundo multipolar, India quiere ser potencia

India: gigante con memoria estratégica
Berit Knudsen
11 de septiembre del 2025

 

India es un actor central en el tablero económico global. Una democracia con 1,450 millones de habitantes, quinta economía del mundo, crecimiento sostenido y ambiciones geopolíticas la posicionan como socio clave en Asia. Desde su independencia, en 1947, cultiva una identidad autónoma, crítica con Occidente por su pasado colonial y pragmática en sus alianzas, con una política exterior que no responde a alineamientos rígidos. Su cercanía histórica con la Unión Soviética, hoy con Rusia, nunca fue ideológica sino funcional: defensa, tecnología y respaldo diplomático frente a amenazas como China.

India no se ha volcado a Oriente ni abandona Occidente. Le recuerda al mundo su identidad estratégica histórica: no alineada, autónoma, multilateral. Frente a una coyuntura global en redefinición, busca ser escuchada.

La reciente decisión de Donald Trump de imponer a India aranceles de 25% por el superávit comercial y un 25% adicional por comprar petróleo ruso, reaviva una tensión mal administrada. En 2019, durante la primera administración Trump, India respondió con aranceles de hasta 70% a productos estadounidenses. El trasfondo es claro: Washington parece subordinar su visión estratégica a una agenda comercial cortoplacista.

Este enfoque ignora el papel geopolítico de India como contrapeso natural a China. Pero Nueva Delhi no está dispuesta a actuar como potencia subordinada. El agravante es el acercamiento de Trump a Pakistán, rival histórico desde 1947, tensando la relación bilateral. Las presiones para que India abandone su vínculo energético con Moscú solo reafirman la tradicional lógica multialineada: India seguirá comprando petróleo ruso, cooperará militarmente con Moscú y conservará canales diplomáticos con China.

La participación del primer ministro Narendra Modi en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) –junto a China, Rusia, Irán y observadores como Turquía y Corea del Norte– lanza señales directas a Occidente. Los desfiles, símbolos maoístas y gestos militares transmitieron mensajes desde Tianjin, Modi le dijo a Estados Unidos: “reevalúen sus prioridades”.

Tanto India como Rusia, sancionados y presionados por occidente, promueven el acercamiento con Asia. Rusia redefine su identidad euroasiática, comercia con Asia Central, multiplica su cooperación con China y levanta el cerco del Ártico con rompehielos nucleares. India, por su parte, resiste con alianzas pragmáticas, sin afinidades ideológicas con Rusia, resuelta a no someterse ante arbitrariedades.

Los BRICS buscan rediseñar el sistema financiero global; mientras que la OCS. que nació como bloque de seguridad regional, hoy funciona como plataforma multipolar para conectar el Mediterráneo con el Pacífico y el Sudeste Asiático. No es una coalición monolítica, con regímenes que van desde democracias como India hasta autocracias como China o Corea del Norte, aunque comparten prioridades: reducir su dependencia de Occidente.

India no pretende romper relaciones con Estados Unidos, quiere que afine su mirada estratégica. Antes de llegar a China Modi visitó Japón con acuerdos que refuerzan su papel en el QUAD, bloque de defensa que comparte con Estados Unidos, Japón y Australia para enfrentar a China en el Indo-Pacífico. Prioriza intereses geopolíticos por encima de disputas comerciales puntuales.

Desde China, los líderes de las potencias emergentes advierten: ignorar a los nuevos polos de poder es un error estratégico. Mientras Occidente busca una salida a la guerra en Ucrania, Asia propone un equilibrio global sin tutelas.

La India de hoy no es solo un mercado ni una democracia funcional. Es un actor consciente de su peso geográfico, demográfico y político. Si no es respetada, tiene alianzas, recursos e historia para trazar su propio camino. En un mundo multipolar en construcción, India no será peón, quiere ser potencia y actúa en consecuencia.

Berit Knudsen
11 de septiembre del 2025

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