Iván Arenas

La minería peruana en manos de Cerrón

En la práctica, ha estatizado la minería

La minería peruana en manos de Cerrón
Iván Arenas
15 de febrero del 2022


Aunque poco se haya dicho, Vladimir Cerrón ha logrado colocar a un afín suyo como ministro de Energía y Minas. Ha sido, quizá, como aquella jugada de ajedrez de Shirov, que entregó el alfil para que el peón avance y se corone. Es decir, una jugada bien hecha; si le sale y el Congreso le da la confianza al Gabinete del PCM Aníbal Torres, en la práctica Cerrón tendría en sus manos uno de los ministerios más importantes y estratégicos para el Perú.

Vladimir Cerrón puede ser obtuso pero no tonto. En una jugada calculada ha colocado a dos de los suyos en Salud y Energía. Y en caso de que tenga que perder a uno entregará, estoy seguro al de Salud; mas no, y en ningún caso, al de Energía y Minas. Nuevamente, la jugada de Shirov. 

Los medios y analistas que responden a un sector de la política están interesados ahora mismo en quitarse al alfil, es decir a un ministro de Salud que habría vendido aguas milagrosas.  Sin embargo, soslayan al peón; es decir al Ministro de Energía y Minas. Grueso error. 

Que Cerrón haya pedido el Minem como botín de guerra política obedece a la misma lógica estratégica desarrollada por Evo Morales, Hugo Chávez, Nicolás Maduro o Fidel Castro de apropiarse de los recursos naturales (gas, petróleo, minas) y de su inmenso potencial. 

Se podría decir entonces que al controlar el Minem, Cerrón en la práctica ha estatizado la minería sin un solo disparo y sin revoluciones. El sueño de un estatismo posmoderno. ¿Es atrevido decirlo? 

En absoluto, Cerrón sabe que de controlar el Minem, logra tener en sus manos el sector productivo más importante del país, que aporta más divisas. Y estratégico en lo geopolítico, si se quiere impulsar un proyecto político de izquierda continental, y la gallina de los huevos de oro de un país minero por excelencia, en momentos en que el precio del cobre, a pesar de sus idas y venidas, continúa en promedio en alza.

Cerrón, porque es Cerrón y no Palacios, se sentará a negociar con el empresariado minero tanto peruano como extranjero, bajo sus términos y condiciones. Castillo, fuera de toda órbita solo piensa en sus desdichas y en la pesada tarea de gobernar un país desde lo simbólico.

En ese sentido, se equivocan, desde el periodismo o desde el mundo inverso de los analista, quienes solo por puro interés dirigen sus críticas a un ministro de Salud que habría vendido aguas milagrosas en programas de televisión en horarios estelares. Si bien hay que cuidar la integridad de la sanidad pública, también hay que ser celosos de quienes hoy dirigen el ministerio de los huevos de oro. 

Van por el alfil. Pero en realidad el que importa más es el peón. Cerrón intenta ser Shirov, y le puede salir el jueguito.

Iván Arenas
15 de febrero del 2022

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