Iván Arenas

No se aceptan repreguntas

En las conferencias diarias del presidente Vizcarra

No se aceptan repreguntas
Iván Arenas
21 de abril del 2020


En España, bajo el argumento válido de que las aglomeraciones ayudan a propagar el virus, el Gobierno optó por dar a diario conferencias de prensa sin periodistas y con las preguntas elegidas. Como era de esperarse, el gobierno censor de Sánchez-Iglesia elegía las preguntas más cómodas y, por supuesto, no se aceptaban repreguntas. Ante ante tal metodología, que pisoteaba la libertad de prensa y de expresión, y que rompe todos los principios periodísticos, los principales medios españoles, (incluido un durísimo editorial de
El Mundo) sacaron lustre a lo mejor del periodismo y se rebelaron. El Gobierno de Sánchez reculó y hoy se hacen entrevistas en vivo, con preguntas y repreguntas. 

En el Perú, desde el 16 de marzo, la fecha de inicio de la cuarentena, el Gobierno de Martín Vizcarra, también amparado en el argumento que las aglomeraciones son las parteras de la pandemia, ha desarrollado la misma metodología de las conferencias sin periodistas y las preguntas seleccionadas (obviamente, sin repreguntas). No obstante, aquí varios de los principales medios y sus respectivos periodistas han acatado sin dudas ni murmuraciones esa práctica (aunque vale decir que ya se empiezan a ver las rajaduras y algunos periodistas desarrollan sospechas).

Cuesta creer que exista casi un homogéneo mutis de una gran parte de la prensa peruana frente a la metodología de conferencia de prensa y preguntas elegidas impuesta por el Gobierno de Vizcarra. Y ya se empiezan a elucubrar algunas interrogantes de por qué la media –que en los últimos años se jactaba de incisiva en sus investigaciones– ha preferido silbar de lado ante tamaña utilización de la información.

La prensa libre en el mundo occidental vio con terror y con rechazo cómo los regímenes estalinistas invocaban la autocensura de los medios de prensa. El argumento era que la prensa y sus periodistas debían cerrar filas a favor del régimen, evitando controversias que revelen todos los yerros frente a los adversarios y enemigos. 

Es obvio que el régimen de Vizcarra no es ni por asomo un régimen estalinista, pero ha logrado que una gran parte de la media y sus periodistas eviten cuestionar la manera como el Ejecutivo lleva adelante la gestión de la crisis sanitaria. No solo eso, si algún medio o periodista cuestiona las decisiones del Ejecutivo, es automáticamente incluido en el sector crítico y en las redes sociales –donde existen granjas progobiernistas– son lapidados de cuerpo entero.

En la teoría de la libertad de prensa se dice que la autocensura en el periodismo “consiste en que no se manifiesta la verdadera opinión por miedo a las consecuencias”. Si seguimos letra por letra lo anterior, entonces aquí se configura la autocensura por parte de un sector grande del periodismo con sus respectivos periodistas, quienes evitan, al final del día, que sepamos la dura verdad.

Iván Arenas
21 de abril del 2020

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