Iván Arenas
Patria Roja, clase media, Cerrón y el momento leninista
Reacciones de la izquierda ante la candidatura de Castillo

Aunque poco se perciba, al interior de las fuerzas de izquierda marxistas existe un intenso pero soterrado debate sobre sus próximos movimientos en relación a la candidatura de Pedro Castillo y de Perú Libre. ¿Apoyarlo o no? Allí está el detalle. En principio, todo indica que el respaldo es a carta libre; no obstante, las diferencias en la izquierda son muchas, y también profundas e históricas.
En un posible triunfo de Pedro Castillo, tanto Patria Roja como Verónika Mendoza quedarían en una incómoda situación con respecto a su futuro cercano. Con un gobierno de Castillo-Cerrón es altamente probable que Patria Roja pierda la representatividad en el SUTEP, y que el liderazgo de Verónika se desvanezca y quede a merced de los intereses del nuevo gobierno.
El actual contexto merece ser explicado. Estamos en un momento excepcional, en el que “lo que antes parecía imposible ahora puede ocurrir”. El triunfo de Pedro Castillo es altamente posible; como el de Keiko Fujimori, a pesar de las encuestas. Pero, ¿cómo así llegamos hasta aquí?
La ineptitud de los gobiernos de Vizcarra y Sagasti en torno a la gestión de la Covid-19 y la guerra política que se desató en los últimos años entre la oposición y el gobierno han generado este momento excepcional. La crisis económica,social, política y sanitaria que padecen los peruanos es el marco que explica la ruptura de los consensos alrededor del modelo económico que redujo la pobreza como nunca en la historia de la República.
Lo curioso de todo esto es que, según las encuestas, las nuevas clases medias, que en los últimos 20 años emergieron con tal fuerza que en absoluto se parecen a las clases medias de antaño y tradicionales (que bebían de la teta estatal), parecen posicionarse a favor de Castillo y el programa leninista de Cerrón. En todo caso, es la primera vez que las clases medias podrían votar a favor de los “bolcheviques” que se declaran marxistas leninistas sin rubor. Y que aseguran que nacionalizarán empresas, no como el modelo de “gestión privada” de Codelco sino como PDVSA.
Según los cánones leninistas, hoy estamos en un momento excepcional. “Los de arriba ya no pueden mandar a los de abajo”. En condiciones normales, ni las clases medias emergentes o tradicionales, ni los pobres podrían votar por un programa marxista leninista. Solo en tiempos de crisis, como estos, el comunismo se eleva como una opción seria.
¿Cómo se decantará la posición de Patria Roja o la izquierda moderada no leninista? Es una tremenda incógnita. Las clases medias emergentes podrían girar repentinamente al otro lado; no obstante, Keiko debe entender que sin comunicación y una narrativa potente no hay política.
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