Guillermo Vidalón
Avanzar en la producción de cobre
Un metal importante para el cambio de matriz energética mundial

Si las nuevas administraciones gubernamentales, nacional y subnacionales, tienen en claro que un país se desarrolla en función a dos factores (incremento del volumen de su producción y de la mejora de su productividad), el 2026 puede representar un punto de quiebre en las políticas erráticas que el estado ha implementado desde el 2011. Si las decisiones de carácter político se guiasen por criterios técnicos, el Perú habría mantenido el segundo lugar como mayor productor de cobre del mundo y –en simultáneo– habría avanzado significativamente hacia un objetivo nacional con impacto regional en el contexto sudamericano.
Como se sabe, Chile es el primer productor de cobre del mundo y durante muchos años el Perú ocupó la segunda posición, hasta que fue desplazado al tercer lugar por la República del Congo en África. No obstante, el Perú puede recuperar el segundo lugar. La compañía minera Southern Perú ha demostrado que sí es posible invertir en el país a pesar de los vaivenes de la política local. El mejor ejemplo es la autorización para el arranque de la mina Tía María, que representará para la región Arequipa incrementar en 27% el volumen actual de producción de cobre.
Cuando la mina Zafranal ingrese en producción aportará aproximadamente 30 puntos porcentuales adicionales. Ambos proyectos representarán una inversión calculada en US$ 4,000 millones, además de la generación de nuevos empleos productivos y, lo más importante, se dispondrá de un recurso humano capacitado, con conocimiento en el desarrollo de nuevas minas.
Así como Tía María y Zafranal, el Perú cuenta con yacimientos mineros que resultan atractivos para la inversión nacional y extranjera. Recordemos que Las Bambas, en Apurímac, hizo posible que esta región deje de ser la más pobre del país: esta inversión redujo esta condición en 15 puntos porcentuales. Si promovemos el desarrollo de Los Chancas se producirá un efecto similar hasta convertir a la pobreza en un registro histórico.
En el norte, el departamento de Cajamarca, actualmente es el más pobre del país según el INEI; pero tiene un gran potencial cuprífero con los proyectos Michiquillay, Galeno, La Granja, Yanacocha Sulfuros y Conga. Promover su puesta en marcha transformará positivamente la geografía social, porque permitirá financiar el cierre de brechas, fortalecer la lucha contra la criminalidad, implementando con equipos de última generación a la policía nacional y, generar nuevos puestos de trabajo productivos para los profesionales de esa región.
No obstante los devaneos en la conducción del Estado, el Perú ha tenido islas de excelencia, como el Banco Central de Reserva del Perú, que ha sabido mantener la inflación en niveles aceptables, fortaleciendo la moneda nacional. Una labor que ha alcanzado reconocimiento por los pobladores de países vecinos; pero este logro se debe a la implementación de políticas de largo plazo, con visión de futuro y no de coyuntura.
El incremento de la producción de cobre, un metal demandado internacionalmente por el cambio de matriz energética mundial, fortalecerá la industria nacional. Y podría convertir al país en un proveedor eficiente y confiable de suministros para el desarrollo de la industria minera en general, así como un cluster destinado a la investigación, conjuntamente con el vecino país del sur.
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